sábado, 2 de agosto de 2014

Tercera carta.

Hace tiempo que no me paro a escribirte y decirte como me están yendo las cosas. Cuando esto pase quiero que pienses que todo me está yendo bien, aunque en ese momento no sea así, encontraré la manera de que lo sea e igual que yo pensaré lo mismo por ti.

Te he vuelto a ver, y me he sorprendido a mi misma, ¿Sabes? No me ha importado verte, he hablado contigo como hablaba antes de todo lo que pasó, antes de ser nosotros como uno, y creo que me he sentido bien pudiendo hablar contigo como antes de ... nosotros. Es como si en una parte yo hubiera reiniciado todo lo que sentía hacia ti. Sé que estas molesto conmigo y no te culpo por ello, entiendo que lo estés, pero era inevitable que uno de los dos lo hiciera antes. 

Tengo la impresión de que has cambiado, y no quiero que cambies, ni quiero que te metas en malos asuntos, que ya no te vea de esa manera no quiere decir que no fueras muy importante en mi vida y no quiera cuidarte. Algún día te prometí que siempre iba a estar contigo y aunque no sea este nuestro mejor momento, esa es la promesa más fuerte que te he prometido nunca y ten por seguro que voy a cumplirla. No sé que nos depara el futuro a una visión de largo tiempo, pero pase lo que pase espero poder llegar a ser la primera persona a la que le cuentes que te pasa, o que sientes, o que me hables porque simplemente quieres hablar conmigo. No me perdonaría que tú y yo no nos habláramos más. Fuimos una sola persona, queda absolutamente prohibido terminar, de cualquier manera.

He estado pensando algo, tú y yo empezamos a hablar de pura casualidad, ¿Recuerdas? Y nos fue bien, me he planteado si separamos los caminos por un bache o porque era inevitable, y ahora me pregunto, si esto es definitivo. La verdad, cada vez veo más difícil volver a ti, pero en fin, supongo que todo ocurre por algo, ¿No? Quizás era necesario esto, para mejorar, o porque nos espera alguien mejor, quién sabe,¿Eh? Estoy impaciente por saber que nos espera el futuro, a mí, o bueno, a nosotros, o a ti, no lo sé.

¿Puedo decirte algo? Me ha pasado algo muy curioso, ha sido raro verte, quiero decir, ya no recordaba ni la forma ni el color de tus ojos, ni tu boca, ni tu ropa, ni tu pelo, ni la silueta de tu cuerpo, ya no recordaba como era hablar contigo, ni tu risa, ni tu prisa por todo. Dicen que el tiempo y el olvido son como gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos. Creo que las últimas veces que te he visto, siempre estabas fumando, o bebiendo, o queriendo hacerlo, ¿Puedo preguntarte por qué esa necesidad? Creo que yo no la tengo, oh, bueno, creo.

¿Sabes? No sé que echo de menos ahora, pero todavía hay algo que me falta, quizás me eche de menos a mí, ¿He cambiado? No lo tengo claro, no quiero hacerlo, pero la gente cambia cuando aprende, supongo que teniendo más daños que años es necesario cambiar. Creo que soy más fría. 

Releyendo esta carta, me he dado cuenta, que utilizo demasiado las palabras "creo" y "supongo", en fin, no hacen falta más explicaciones de mi situación ahora. Quizás sea eso lo que echo de menos, estar segura de toda mi vida, de todas las decisiones, de todo lo que hago, digo y demuestro. Sí, de verdad creo que es eso. 

En una parte, me gusta estar sola, me gusta depender sólo de mí misma, poder hacer lo que quiera, cuando quiera, porque haga lo que haga, diga lo que diga, sólo me afectará a mí, antes también te afectaba a ti, y no quería hacerte daño, nunca quise. Me gustaría saber si tú también le das vueltas, porque yo desde el adiós, la mayoría de los días sí se las doy, cada vez menos, y menos, y menos, y menos, muchísimo menos ahora, y supongo que llegará un día que ya no se las dé, o que tenga claro que hacer. Oh, vaya, "supongo" otra vez. 

Antes de firmar otra carta más quiero añadir que no he hecho nada por hacerte daño, y lo digo porque quizás crees que sí, lo siento, todavía no sé a donde voy y estoy intentando encontrar mi manera, y probablemente me equivocaré mucho buscándola.

Gracias por volver a escucharme, me gustaría escucharte yo a ti, lo que piensas y lo que sientes, pero vaya, todavía ni sabes que existen estas cartas. De verdad me pregunto si llegarás a leerlas algún día, supongo que no.





Paola

No hay comentarios:

Publicar un comentario